Para periodos superiores a los 3 meses, los inmigrantes están obligados a solicitar un servicio de residencia, que puede ser expedido por razones de adopción, asilo político, auto-empleo, trabajo subordinado, misión, protección humanitaria o religiosa, estado de apátrida, estudios…
El permiso de residencia se debe solicitar antes de que pasen 8 días tras la llegada al país, y tiene una validez de 2 años en el caso de trabajo permanente y de uno en otros casos. La ley concede un permiso de residencia de un año a aquellos inmigrantes que hayan perdido su trabajo, y ha incrementado el número de años (de cinco a seis) requeridos a la hora de obtener una tarjeta de residencia (este requerimiento se bajó a cinco para ajustarse a la Directiva Europea).